sábado, abril 26, 2008

"El problema de la población no es la pobreza, sino la falta de oportunidades"

Como panelista al IV Congreso Internacional de la Familia, organizado por la Universidad de la Sabana, llega desde Washington D.C., Sophia Aguirre, Doctora en Economía de la Universidad de Notre Dame, quien actualmente se desempeña como Profesora Asociada del Departamento de Negocios y Economía de la Universidad Católica de América en Washington, D.C. Además, se ha desempeñado como catedrática de la Universidad de Chicago, de la Universidad Austral en Argentina.
Dentro de los estudios ha venido trabajando el tema de la Familia y la Economía. Postula que la pobreza no está necesariamente relacionada con la sobrepoblación, sino con las oportunidades y condiciones de la misma. Esta conclusión es producto de un arduo estudio realizado en Guatemala, Estados Unidos y Canadá (aplicados a Latinoamérica), donde se demostró que a largo plazo es más rentable tener una familia numerosa, ya que a mayor número de hijos, mayor la riqueza familiar, aunque a corto plazo el efecto per cápita tiende a ser negativo y contrario.
Sin embargo Sophia destaca que la fórmula económica sufre un efecto negativo en la medida en que las familias tengan algunas disfunciones tales como: madres o padres solteros, divorcios o alguna variación, en donde sólo una persona haga aportes monetarios.
El envejecimiento de la población afecta notablemente el crecimiento y desarrollo económico del país a largo plazo. La disminución de la tasa de fecundidad baja los indicadores de crecimiento de una nación.
En la medida en que los padres hayan recibido algún tipo de educación, los hijos tienen mayor y mejor acceso a nuevas y mejores oportunidades, condición que se refleja en el desarrollo del país y la modernización del mismo. Sophia destaca que la solución está en que el gobierno promueva unas políticas que incentiven y soporten la estructura de la familia, como motor central de la sociedad, de la cultura y la economía. Aconseja, que como medida se puede incentivar la deducción de impuestos por número de hijos y que se pueden disminuir o flexibilizar los horarios de trabajo.
Concluye que "El problema de la población no es la pobreza sino la falta de oportunidades" y para ello la familia es la mejor institución y mecanismo para erradicarla.