jueves, junio 19, 2008

Publicidad de los cinco sentidos Llega a Colombia


Hacer publicidad se ha vuelto una danza de los sentidos, donde ponemos a prueba la vista, el olfato, el oído, el gusto y el tacto. Todos muy validos a la hora de hablar de una marca o producto. En la actualidad la publicidad de los cinco sentidos está ligada a algunos medios específicos siendo la radio, la televisión y el cine, los favoritos a la hora deponer a prueba los efectos sensoriales. Sin embargo ya los medios impresos han empezado a dejarse cautivar por estas propuestas y sus avisos más que informar, incidir en la compra, generar una reacción o motivar un pensamiento, apuntan a vivenciar una marca o producto. Son avisos arriesgados, contundentes y precisos que invitan a ver, leer, palpar y oír.
El caso más reciente en Colombia es un aviso de Coca-Cola en la revista BLOG que recurre al sonido para transmitir un concepto y reforzar un mensaje. Le apuesta a todo: a que el lector oiga, mire, lea, perciba y sienta lo que la marca quiere transmitirle: frío, para recordarle que si lo desea hay una Coca-Cola bien helada. !Brrrr! Es el efecto de recordación llevado a los impresos
Hace mucho que las marcas dejaron de ser sólo una identificación comercial. Los productos necesitan ofrecer un valor agregado, un plus, que los diferencie, fije y ubique en la mente de los consumidores. ¿Si su marca fuera un aroma, cuál sería? ¿Si fuera un sabor, cómo sabría? Pero conseguir ser creativo y mostrar algo diferente es cada vez más difícil en un contexto caracterizado por la saturación y abundancia. Ante este panorama, algunas firmas y agencias apuestan a involucrar y cruzar los sentidos en una forma diferente y original.
De acuerdo con Socorro Jaramillo. Vicepresidente de la Agencia Toro Vásquez Mora, “El sentido del oído envuelve a los demás y se ha convertido en un ícono de diferenciación que les brinda a las marcas recordación y ayuda a reforzar otros conceptos que los consumidores asociación con los sonidos. Frases como: Dímelo y lo olvidaré, muéstramelo y lo recordaré, involúcrame y lo entenderé, es el reflejo de lo que la publicidad de hoy está buscando, generando vínculos emocionales con los consumidores.