jueves, agosto 28, 2014

Caficultura colombiana ahorra cada vez más agua

La caficultura colombiana ahorra cada vez más agua gracias a la investigación científica y al desarrollo de nuevas tecnologías para el beneficio del café al servicio de los productores. 
Y estos importantes avances cobran relevancia de cara a la 25 Conferencia Internacional del Café y la Ciencia (ASIC 2014), el encuentro más importante sobre ciencia e innovación en café, que tendrá lugar en Armenia, la capital del departamento del Quindío, entre el 8 y el 13 de septiembre próximos.
Como parte de una agenda de investigación para la mitigación del cambio climático y la conservación del medio ambiente, lo que incluye un uso más eficiente del agua en el beneficio del café, la Federación ha venido invirtiendo en el desarrollo de nuevas tecnologías, a través de su Centro de Investigaciones de Café (CENICAFE), de equipos como Ecomill® y Becolsub, que permiten lavar café conservando sus atributos de calidad. La implementación progresiva de estas tecnologías ha permitido dar un salto gigantesco en materia de ahorro del recurso hídrico para una caficultura cada vez más sostenible.
Para ilustrar la importancia de estos desarrollos, vale la pena anotar que bajo un escenario de producción de 11,5 millones de sacos de café verde al año, el beneficio de 50% de esa producción con el equipo Becolsub® permite ahorrar 18,5 millones de metros cúbicos de agua, que equivalen al consumo de casi 1,8 millones de personas, es decir, 1,6 veces las poblaciones juntas de Armenia, Pereira y Manizales o cercana  a la población de Cali (2,1 millones de habitantes).
El lavado de café con Becolsub (equipo disponible para los productores desde 1995) consume entre 0,7 y 1 litro de agua por kilogramo de café pergamino seco (cps), con una reducción de la contaminación por vertimientos de entre 90 y 91%, lo que representa un ahorro sustancial de agua frente a los 44 litros por kilo de cps que emplea en promedio el beneficio tradicional.
De ahí que Becolsub haya sido reconocido con el Premio Planeta Azul 1996-1997, en la Expo Hannover 2000 y con mención honorífica del Premio Alejandro Ángel Escobar en el 2000.